Medio Carta de Publicidad
Fecha Mayo de 1995
Primero fue la comunicación a través de medios masivos que generaba mensajes unidireccionales ofreciendo "productos" para un consumidor promedio que quizás nunca existió. Luego descubrimos los segmentos, colectivos de individuos a quienes nos dirigíamos por los mismos medios pero con algo más de precisión (menos desperdicio). Seguíamos unidireccionalmente buscando a un consumidor que aún, dentro de su segmento, mantenía su humana y rebelde individualidad.
Paradojalmente fue la máquina cibernética quien nos permitió encontrar al hombre. Individuo con nombre, apellido y personalidad "propia" que emergió de las fronteras de la comunicación masiva y los segmentos para ubicarse en el centro de la escena, con sus gustos y sus preferencias distintos a los de su vecino, aunque pertenezcan ambos a la misma clase social y/o club deportivo. La transformación había comenzado "Del producto rey al cliente rey".
Y en el centro del marketing individual, el teléfono como símbolo mismo de la comunicación de nuestra época. De la comunicación inteligente, bidireccional e interactiva. Ese teléfono que sabiamente administrado persuade y vende, pero fundamentalmente escucha. Aceptemos el desafío de incorporarlo a nuestros mensajes (si es 0-800 mejor) y deleitémonos escuchando al consumidor que durante tantos años buscamos y ahora podemos encontrar con nombre y apellido. El tiene mucho que enseñarnos.